"De nuevo me doy cuenta del poder de la palabra. De cómo un 'te quiero' ilumina su cara, de cómo un 'desconfío' lo aparta.
De nuevo me doy cuenta de lo importante que son las personas. De cómo un 'buenos días' puede marcar tu día y de cómo el silencio más desconcertante te llena de agonía.
De nuevo peco de demasiada pasión y mezclo las palabras de forma desordenada. De nuevo hago daño sin querer, de nuevo sufro el silencio impuesto por castigo.
De nuevo el lápiz es mi escape y el papel mi amigo."
No tengo constancia ni de cuándo, ni de dónde, ni por quién escribí esto. Pero me gustó cuando releía aquellos pensamientos y hoy lo hago publico en nuestro blog.
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Escrito en papel el 31/08/09, escrito online 28/03/13.
"Quiero que la gente se preocupe de la gente. Quiero que se valore a las personas y no a las cosas. Quiero que la gente buena sea feliz, y que la mala ... también lo sea. Quiero que la palabra utopía desaparezca de nuestro diccionario y que así, todo sea posible. Sólo quiero llorar de risa."
Se trata de una reflexión escrita hace ya mucho, una reflexión que esconde aún un pensamiento propio pero que hoy no hubiera sido expresada de esa forma.
La experiencia, el tiempo, las baches en el camino, los retos logrados y los aún no conseguidos, las personas que se han ido, las personas a las que he echado, las personas que han llegado, ... La bajadita llegó para muchos y mientras yo me mantengo en que "despacito sí, pero sin dar un paso atrás".
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